Es poeta y estibador de líricas pensadas y escupidas. Actor, también, y boxeador cuando tocó serlo. Incluso, en la primera juventud, fue camarero. Otras vidas dentro un mismo cuerpo. Hovik Keuchkerian (Beirut, Líbano, 1972) es, a fin de cuentas, un ser humano libre que vive como sabe.
"No recuerdo cuándo ni cómo nací. Me lo contaron, pero no me lo creo", relata él mismo. Literalmente, en el boxeo, fue campeón de España de los pesos pesados, pero dijo adiós un buen día. Prácticamente así, sin más, dejando para el recuerdo quince victorias por KO y una derrota que le enseñó más que cualquier escuela.
Vino el teatro después –aunque la poesía ya latía fuerte desde mucho antes-, por la vía del monólogo, un arte que controló de manera visceral cuando los aplausos duraron más que cualquier otra ensoñación. El show llamado Croquetas fue la antesala de Un mendigo con zapatos de algodón, su propio espectáculo y la puerta a una nueva reencarnación que ofrecía un paisaje cinematográfico culminado por la serie Hispania, la leyenda y por los largometrajes Alacrán enamorado, Just&Cía o Re-evolution, entre otros muchos.
Pero Hovik es, verdaderamente, un escritor crudo, de los que duelen. Cartas desde el Palmar (Sin mar, 2005), Lokura (Adeire, 2008) y, hasta el momento, Diarios y desvaríos (Léeme, 2012) son auténticos recetarios de infiernos vividos en prosa y en verso que a día de hoy han alimentado Resiliente, un disco de recitados que vio la luz en 2015.
“Cien Almas” es el primer tema-poema de Resiliente, el nuevo disco-libro de Hovik Keuchkerian, con música de Yuri Méndez.
Los versos rotos de Hovik Keuchkerian
ResponderEliminarEs poeta y estibador de líricas pensadas y escupidas. Actor, también, y boxeador cuando tocó serlo. Incluso, en la primera juventud, fue camarero. Otras vidas dentro un mismo cuerpo. Hovik Keuchkerian (Beirut, Líbano, 1972) es, a fin de cuentas, un ser humano libre que vive como sabe.
"No recuerdo cuándo ni cómo nací. Me lo contaron, pero no me lo creo", relata él mismo. Literalmente, en el boxeo, fue campeón de España de los pesos pesados, pero dijo adiós un buen día. Prácticamente así, sin más, dejando para el recuerdo quince victorias por KO y una derrota que le enseñó más que cualquier escuela.
Vino el teatro después –aunque la poesía ya latía fuerte desde mucho antes-, por la vía del monólogo, un arte que controló de manera visceral cuando los aplausos duraron más que cualquier otra ensoñación. El show llamado Croquetas fue la antesala de Un mendigo con zapatos de algodón, su propio espectáculo y la puerta a una nueva reencarnación que ofrecía un paisaje cinematográfico culminado por la serie Hispania, la leyenda y por los largometrajes Alacrán enamorado, Just&Cía o Re-evolution, entre otros muchos.
Pero Hovik es, verdaderamente, un escritor crudo, de los que duelen. Cartas desde el Palmar (Sin mar, 2005), Lokura (Adeire, 2008) y, hasta el momento, Diarios y desvaríos (Léeme, 2012) son auténticos recetarios de infiernos vividos en prosa y en verso que a día de hoy han alimentado Resiliente, un disco de recitados que vio la luz en 2015.
“Cien Almas” es el primer tema-poema de Resiliente, el nuevo disco-libro de Hovik Keuchkerian, con música de Yuri Méndez.