Bill Callahan (3 de junio de 1966; Silver Spring, Maryland), también conocido como Smog, es un músico estadounidense, pionero del género lo-fi, el cual nace a partir del rock alternativo. Comenzó grabando temas en cintas de casetes en su propia casa y más tarde fichó por el sello discográfico Drag City. Bill Callahan, (Smog), es sin paliativos el autor más sólido del rock norteamericano de esta década. Rotundamente. Desde ‘Dongs Of Sevotion’ (que ha pujado duramente en nuestros fueros internos por ser escogido como Disco De La Década en lugar del que nos ocupa), ‘Rain On Lens’, ‘Supper’, ‘A River Ain’t Too Much To Love’, ‘Woke On A Whaleheart’, ‘Sometimes I Wish We Were An Eagle’, se han ido sucediendo estos años unos a otros, constituyendo una carrera sin mácula. Con ciertos altibajos, sí, cada álbum de Callahan es un retrato de un momento vital, único y absolutamente coherente. Por eso este disco es su mejor obra de la década, por ser consecuencia de toda su obra anterior.
“I started telling the story without knowing the end” (‘Jim Cain’). Callahan grabó ‘Sometimes I Wish We Were An Eagle’ de una manera poco usual hoy día. Contrató a algunos músicos de sesión en Austin, donde vive en la actualidad, y grabaron juntos las canciones. Después él se marchó de gira y envió las cintas al productor y arreglista de esa misma ciudad, Brian Beattie, para que este escribiera los arreglos de cuerda y viento, los grabara a la antigua usanza (con los músicos en torno a un micro aéreo) y luego montaron juntos las pistas sobre las bases de las canciones. El resultado, aunque no lo parezca, es de un acabado exquisito, con un regusto añejo que recuerda por momentos a aquellos excelsos arreglos de pop sinfónico de los años 60 que podían encontrarse en los discos de Nilsson o Cat Stevens. ‘Jim Cain’ abre el disco como el perfecto ejemplo de ese sonido. Está inspirada por James M. Cain, autor de ‘El Cartero Siempre Llama Dos Veces’. Sobre el autor, decía Callahan a Uncut: “Nació en Maryland, como yo. Quería ser cantante, como yo. Pero le dijeron que no era lo bastante bueno, como yo. Murió alcoholizado en las sombras… mmm… ¡sin comentarios!”.
I started out in search of ordinary things How much of a tree bends in the wind I started telling the story without knowing the end I used to be darker, then I got lighter, then I got dark again Something too big to be seen was passing over and over me Well it seemed like a routine case at first With the death of the shadow came a lightness of verse But the darkest of nights, in truth, still dazzles And I work myself until I'm frazzled
I ended up in search of ordinary things Like how can a wave possibly be? I started running, and the concrete turned to sand I started running, and things didn't pan out as planned In case things go poorly and I not return Remember the good things I've done In case things go poorly and I not return Remember the good things I've done Done me in
Bill Callahan (3 de junio de 1966; Silver Spring, Maryland), también conocido como Smog, es un músico estadounidense, pionero del género lo-fi, el cual nace a partir del rock alternativo. Comenzó grabando temas en cintas de casetes en su propia casa y más tarde fichó por el sello discográfico Drag City.
ResponderEliminarBill Callahan, (Smog), es sin paliativos el autor más sólido del rock norteamericano de esta década. Rotundamente. Desde ‘Dongs Of Sevotion’ (que ha pujado duramente en nuestros fueros internos por ser escogido como Disco De La Década en lugar del que nos ocupa), ‘Rain On Lens’, ‘Supper’, ‘A River Ain’t Too Much To Love’, ‘Woke On A Whaleheart’, ‘Sometimes I Wish We Were An Eagle’, se han ido sucediendo estos años unos a otros, constituyendo una carrera sin mácula. Con ciertos altibajos, sí, cada álbum de Callahan es un retrato de un momento vital, único y absolutamente coherente. Por eso este disco es su mejor obra de la década, por ser consecuencia de toda su obra anterior.
“I started telling the story without knowing the end” (‘Jim Cain’). Callahan grabó ‘Sometimes I Wish We Were An Eagle’ de una manera poco usual hoy día. Contrató a algunos músicos de sesión en Austin, donde vive en la actualidad, y grabaron juntos las canciones. Después él se marchó de gira y envió las cintas al productor y arreglista de esa misma ciudad, Brian Beattie, para que este escribiera los arreglos de cuerda y viento, los grabara a la antigua usanza (con los músicos en torno a un micro aéreo) y luego montaron juntos las pistas sobre las bases de las canciones. El resultado, aunque no lo parezca, es de un acabado exquisito, con un regusto añejo que recuerda por momentos a aquellos excelsos arreglos de pop sinfónico de los años 60 que podían encontrarse en los discos de Nilsson o Cat Stevens. ‘Jim Cain’ abre el disco como el perfecto ejemplo de ese sonido. Está inspirada por James M. Cain, autor de ‘El Cartero Siempre Llama Dos Veces’. Sobre el autor, decía Callahan a Uncut: “Nació en Maryland, como yo. Quería ser cantante, como yo. Pero le dijeron que no era lo bastante bueno, como yo. Murió alcoholizado en las sombras… mmm… ¡sin comentarios!”.
I started out in search of ordinary things
How much of a tree bends in the wind
I started telling the story without knowing the end
I used to be darker, then I got lighter, then I got dark again
Something too big to be seen was passing over and over me
Well it seemed like a routine case at first
With the death of the shadow came a lightness of verse
But the darkest of nights, in truth, still dazzles
And I work myself until I'm frazzled
I ended up in search of ordinary things
Like how can a wave possibly be?
I started running, and the concrete turned to sand
I started running, and things didn't pan out as planned
In case things go poorly and I not return
Remember the good things I've done
In case things go poorly and I not return
Remember the good things I've done
Done me in