Escuchar con atención una nueva canción de Jessica Pratt es como ver a una araña construir una red. Ella trabaja de manera delicada y rápida, impermeable al mundo que la rodea, con una lógica interna que se vuelve más clara después de haber visto el cuadro completo. "This Time Around" es la canción principal de Quiet Signs , el primer álbum del compositor de California en cuatro años. Al principio, su simplicidad sola es sorprendente. En una guitarra acústica de sonido antiguo, ella ve oscila entre dos acordes, su voz navegando de forma casi ininteligible. La melodía, silenciosa y familiar, puede recordarte una versión de Tropicalia de una canción navideña, o un tocadiscos estándar de los años 60 tocando en un restaurante de una ciudad de playa durante la temporada baja. Pronto, las cosas se ponen más oscuras. Como de costumbre, las letras de Pratt tienen menos que ver con una narrativa que con puntos de bala tonales, como notas abreviadas de un sueño. Más reminiscencias de Cocteau Twins que los psicodélicos folkism británicos de On Your Own Love 2015 de 2015 , hay un mayor sentido de oscuridad y misterio. En su voz alta, como una flauta, Pratt canta acerca del arrepentimiento ("Todo en su rostro fueron los años perdidos y extraños") mientras su lenguaje se vuelve bíblico ("Santificado sea tu nombre") y, finalmente, sin palabras. Cuando entra un sintetizador solitario, parece recordarle a Pratt que no está sola, instando a que alguien esté escuchando. "Me dan ganas de llorar", ella suspira en respuesta. El sentimiento es mutuo.
Escuchar con atención una nueva canción de Jessica Pratt es como ver a una araña construir una red. Ella trabaja de manera delicada y rápida, impermeable al mundo que la rodea, con una lógica interna que se vuelve más clara después de haber visto el cuadro completo. "This Time Around" es la canción principal de Quiet Signs , el primer álbum del compositor de California en cuatro años. Al principio, su simplicidad sola es sorprendente. En una guitarra acústica de sonido antiguo, ella ve oscila entre dos acordes, su voz navegando de forma casi ininteligible. La melodía, silenciosa y familiar, puede recordarte una versión de Tropicalia de una canción navideña, o un tocadiscos estándar de los años 60 tocando en un restaurante de una ciudad de playa durante la temporada baja.
ResponderEliminarPronto, las cosas se ponen más oscuras. Como de costumbre, las letras de Pratt tienen menos que ver con una narrativa que con puntos de bala tonales, como notas abreviadas de un sueño. Más reminiscencias de Cocteau Twins que los psicodélicos folkism británicos de On Your Own Love 2015 de 2015 , hay un mayor sentido de oscuridad y misterio. En su voz alta, como una flauta, Pratt canta acerca del arrepentimiento ("Todo en su rostro fueron los años perdidos y extraños") mientras su lenguaje se vuelve bíblico ("Santificado sea tu nombre") y, finalmente, sin palabras. Cuando entra un sintetizador solitario, parece recordarle a Pratt que no está sola, instando a que alguien esté escuchando. "Me dan ganas de llorar", ella suspira en respuesta. El sentimiento es mutuo.